Lavandas. Territorio de caza
Estaba cortando las espigas, que están ya sin flor y usándolas de acolchado cuando he visto que está arañita había puesto allí su casa.
No es nada tonta, muchos insectos siguen pululando por allí y además tiene suficiente altura. Siempre hacen las telarañas en alto.
Su técnica es ponerse en el centro y cuando un insecto descuidado cae, va corriendo a envolverlo, luego ya se lo come cuando le entra el hambre.
El caso es que podría quitarla y me sería más cómodo pasar, pero me gusta verla allí. Algún día, cuando el número de mosquitos baje del millón, tengo que quedarme para verla en acción, pero hoy no se podía.