Hace años cruzando de camino a Zaragoza, escuchaba el parte meteorológico durante una ola de frio. Me quedé con dos datos: Moscú -5 grados, Teruel -1o grados. Fascinante.

Teruel existe, pues claro, pero hasta que te paseas por sus pueblos y zonas rurales no eres realmente consciente de su despoblación. Tiene montañas, bosques, grandes llanuras, lagunas y minas. Y una luz maravillosa.

Decidí no esforzarme en sacar imágenes que no se correspondieran con la realidad, y por eso hay muchos espacios vacíos de gente, porque Teruel es así.

Realicé todo el trabajo con dos leicas analógicas, un 35 y un 50, y película fotográfica en color.