Contradicciones de un naturalista

gorila en zoologico

Si me preguntabas de niño donde quería ir a pasar el domingo, la respuesta siempre era al zoo. Punto. Me podía pasar horas delante de la jaula de los leones viéndolos dormitar, y volver cada 10´a ver si abrían la boca. Era fascinante y por supuesto un horror para los animales. Hacinados, sin poder moverse apenas, vegetando en unas condiciones de vida crueles.

Cerraron el antiguo zoologico y abrieron el Bioparc en Valencia, donde llevé durante unos años a mis hijos mientras eran pequeños. Un sitio mucho más digno, donde los animales viven con unas condiciones mínimas de espacio, al menos se pueden mover algo más. Pero tan mínimas que dan pena si te paras a pensar donde viven esos animales en libertad. No es una cuestión del Bioparc, sino de los zoológicos.

Ahora los veo innecesarios, horribles y un sitio donde los animales no pueden llevar una vida normal. Pero también recuerdo como de niño disfrutaba allí viendo a los animales salvajes que jamas podría ver de otra manera. Esas visitas fueron parte de mi formación y pasión por la naturaleza y la fauna salvaje.

¿Cómo aprenden los niños de ciudad algo de la naturaleza? ¿cómo los acercamos a la realidad del mundo natural? ¿cómo llamar su atención? ¿habría llegado yo hoy a pensar como pienso sin las visitas al zoo con mis padres y luego con mis hijos?


Daniel Belenguer

Fotógrafo profesional durante 15 años, naturalista desde niño e Ingeniero Técnico Agrícola de formación. En bancal.org cuaja todo ese bagaje de trabajos e intereses diversos. La naturaleza, siempre presente, es el nexo que los une. Conoce algo más de mí a través de la web o el canal de YouTube.

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