Elogio del pino
El pino blanco es un árbol humilde. Crece donde hace calor y llueve poco, así que le cuesta llegar a grande.
Después de un incendio es de los primeros árboles en aparecer, por eso muchos bosques en el mediterráneo son de pinus halepensis.
Tendemos a despreciar a las especies pioneras, las tachamos de invasoras y perjudiciales, y al pino también se le culpa de eso.
Los primeros años después de un incendio se crea una masa de arbustos y árboles jóvenes que recubren el suelo, lo protegen de la erosión. Ahí está el pino dándolo todo.
Poco a poco, bajo la sombra de la masa vegetal crecerán especies como las encinas, en 50 años habrán grandes ejemplares de pinos, encinas y un sotobosque variado, al menos eso está ocurriendo aquí.
¿Cual es el problema? Pues que los ritmos naturales son eso, naturales, va todo más despacio. Nosotros tendemos a medir todo en función de la duración de la vida humana pero eso a la naturaleza le importa nada.
Viva el pino.