La paciencia es una gran virtud
Para el naturalista. Cuando paras y bajas de revoluciones puedes percibir la sutileza de las cosas vivas.
Últimamente me cuesta mucho encontrar ese tiempo de calidad. Cuando estoy en la huerta siempre hay algo que hacer, y cuando voy de paseo con Lula cada vez que me paro, se pone a ladrar como una posesa, ahuyentando todo bicho viviente a tiro de prismáticos.
Lo bueno es que en el año y medio que llevamos juntos he aprendido mucho del comportamiento animal, y del humano. La más importante es que la paciencia es una gran virtud, no solo para el naturalista.