Se me hace la boca agua
A estas alturas, cualquiera que se dedica a la agricultura respetuosa con el medio ambiente, sabe que cuidar el suelo es una de las claves del éxito, y para ello nada mejor que aportar materia orgánica.
En mi caso tiro estiércol descompuesto y mi propio humus de lombriz (poca cosa) a los cultivos de verano. Pero igualmente aporto toda hierba que corto, y en invierno ingentes cantidades de hojas de un muro donde se acumulan. También he sembrado a veces abonos verdes.
La opción que más me gusta es dejar los residuos vegetales por encima, sin incorporar. Hongos, bacterias y todo tipo de bichos se ocupan de descomponer y mezclar los restos, y a mi se me hace la boca agua de pensar en como se descompondrían estas sacas en una de mis tablas.