Te doy una colleja
Al final, para poder pasar a la huerta, he tenido que elegir entre desbrozar o comprar un machete, elegí lo primero.
En el campo de al lado, justo al borde de la cuchilla ha aparecido una mata de collejas.
Es una planta silvestre comestible, y me ha hecho preguntarme si tengo recursos inutilizados en la huerta y alrededores.
Por supuesto tengo más, pero no tengo tiempo para pararme a descubrirlos y utilizarlos. Algún día cuando me jubile lo haré, pero de momento estaré atento a la colleja, que de vulgaris no tiene nada.