Una piedra en medio de calle segunda parte
Los sapos comunes cuando se sienten amenazados sueltan un líquido irritante por las glándulas de su cuerpo.
Hace 10 años Lula era joven, apenas había salido de la ciudad y no conocía ela este animal, así que una noche de verano donde vimos varios, se llevó uno a la boca. Aunque lo soltó y el sapo siguió su camino indemne, Lula estuvo vomitando toda la noche.
Anoche, la piedra y Lula volvieron a encontrarse, algo en su interior le recordó aquella noche de vomiteras. “Se ve pero no se toca “ parece pensar, aunque en realidad ella está ya bastante ciega.
Aquí tenemos un claro ejemplo de cómo aprenden los animales y de cómo las estrategias evolutivas tienen mucho sentido.
Deberíamos aprender de ellos. No acercarnos a los animales tóxicos.