Autosiembra
Cuando ya hace calor y vas al huerto de semana en semana, llega un día que te das cuenta que ha comenzado.
El crecimiento de las plantas se multiplica exponencialmente: en una semana los tomates tienen chupones gigantes, las malas hierbas ocupan cada hueco disponible de tierra y los calabacines comienzan la invasión de su territorio, que básicamente es toda la huerta y la tierra adyacente.
Hablo de calabacines de correr, hay variedades más civilizadas que se limitan a ocupar un circulo de un par de metros de diámetro. Lamentablemente este año me ha vuelto a pasar, en vez de dejar dos plantas para consumir, deje tres, y junto con una calabaza que apareció, ocupan ahora mismo lo que ves en la fotografia.
No los he plantado yo, me limité a labrar la tabla y aparecieron, ya que había dejado allí algunos gigantes que no coseche el año anterior. Mi acción se ha limitado a dejar unos pocos y regar. Como todos los años pasaremos un mes o mes y medio comiendo calabacines en tortilla, pure y engañando a todo el mundo para que se quede algunos. La persona que mejor describe este acontecimiento es Sue Hubell en “desde esta colina”, un libro muy recomendable.
Autosiembra, una de las muchas maravillas que ocurren en la huerta.