Como hacer una ciudad mas natural sin hacer nada
Pasan desapercibidas en el mejor de los casos, en el peor son consideradas como algo a eliminar. Las hierbas que consiguen colonizar los espacios abandonados de la ciudad son trabajadoras silenciosas. Germinan, crecen, florecen, fertilizan, alimentan y descompactan el suelo.
La mayoría están condenadas por las futuras construcciones, ocupan espacios provisionales, pero mientras están, mejoran con su presencia todo el ecosistema urbano. Alimentan polinizadores, poblaciones de insectos, aves y algunos reptiles.
Hoy estaba paseando a la perra junto a uno de estos espacios. A un lado un parque casi impoluto, donde palomas torcaces, petirrojos y mirlos encuentran un hábitat idóneo. Al otro un solar abandonado lleno de flores, donde los gorriones, verdecillos y jilgueros encuentran semillas e insectos para volver a alegrar la primavera en la ciudad.
Sueño con un gestor que comprenda esto y en todos los parques deje zonas “ descuidadas” que puedan colonizar las plantas silvestres. Simplemente no hay que hacer nada, la naturaleza se ocupa.